Habermas: de lo que se trata es de comunicarnos.

The European Madhouse

Terminamos la serie de pensadores con Jürgen Habermas, uno de los representantes más destacados de la filosofía del siglo XX que sigue dando la batalla también en el siglo XXI.

Es el último representante destacable de la famosa Escuela de Frankfurt, una corriente de pensadores que desarrollaron un pensamiento crítico con la sociedad contemporánea con el objetivo de llevar a cabo, aunando Filosofía y Sociología, una transformación de la sociedad, partiendo de algunos de los presupuestos del materialismo histórico de Marx.

Podríamos decir que su filosofía es una filosofía integradora, que pretende armonizar las nuevas y revolucionarias ideas que surgieron en el siglo XIX con los acontecimientos que ellas mismas propiciaron a lo largo del siglo XX. Su preocupación por la comunicación, la propia de los seres racionales que pueblan nuestras sociedades contemporáneas y que es la base sobre la que hay que fundamentar una ética, sigue siendo una preocupación que es lícito extender hasta nuestros días.

La crisis de las «filosofías», la crisis de la legitimación de los estados contemporáneos así como la crisis del positivismo jurídico, son solo tres aspectos de los muchos que empujaron a nuestro autor a elaborar una nueva teoría social que proporcionase un programa emancipador del individuo, centrado en el análisis de la comunicación y la importancia de la participación política, entendiéndolos como medios para lograr una teoría capaz de trasnformar nuestras actuales sociedades, y las herramientas con las que construir un mundo más justo, bajo la máxima de que el intercambio de argumentos entre miembros de una sociedad es la base de la libertad.

La clave estaría en elaborar un nuevo modelo de racionalidad vinculada al lenguaje y la comunicación. Y su principal motivación para ello es esta:

«Tengo un motivo intelectual fundamental: la reconciliación de una modernidad descontenta consigo misma» .

(Habermas: Ensayos Políticos)

Este es el objetivo de su Teoría de la acción comunicativa, mediante la cual denuncia la tensión, la contradicción y el conflicto continuo de las sociedades contemporáneas organizadas en torno al binomio Mercado-Estado, dos conjuntos institucionales que dejan de lado los procesos de entendimiento entre los individuos para centrarse en aquellos aspectos económico-administrativos que son la base de las injusticias sociales, y que degradan las relaciones personales debido a su capacidad abrumadora para elaborar muy diversas y efectivas formas de alienación del individuo.

Con esto, y una vez que repaséis el contexto histórico, estamos listos para adentrarnos en su pensamiento. Aquí tenéis los apuntes:

Es cierto que su lectura no es una lectura de las más amenas de la filosofía, al menos no en su totalidad. Pero hemos tenido suerte con el texto, porque se trata de un texto que sale de una obra sumamente interesante:

Tenéis que ir al último capítulo: ¿Qué significa «Política deliberativa»?, y ahí encontraréis «Tres modelos normativos de democracia», de donde saldrá el texto que habría que comentar en la Evau.

No dejés de pasaros por otras obras suyas muy relevantes:

En «Conocimiento e interés», además de una teoría muy interesante sobre los intereses que se esconden detrás de las diferentes ramas del conocimiento (un tema muy candente, a tenor de las circunstancias actuales), encontraréis una mini historia de la filosofía que es un intento por aclarar los presupuestos de la filosofía de Marx (también su relación con Hegel) y su influjo en el pensamiento del siglo XX.

Tampoco dejés de pasaros, si tenéis fuerzas y tiempo, por su «Teoría de la acción comunicativa» y su «Ética del discurso», si queréis profundizar.

No os asustéis, si queréis empezar con algo más light, Habermas tiene para todos. Podéis echarle un vistazo a este ensayito que os resultará muy útil para entender el siglo XX, tal y como lo ve él:

En el post correspondiente de Cine y Filosofía (Bloque III), os he señalado algunas ficciones que pueden servirnos para comprender el espíritu de Habermas. No obstante, si queréis conocerle en su salsa, aquí lo tenéis, recogiendo el premio Kluge (el Nobel de la Filosofía) en 2015. No olvidéis activar los subtítulos:

Ortega y Gasset: o de la necesidad de la reconstrucción de un país.

«Yo soy yo y mi circunstacia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo»

José Ortega y Gasset vivió preocupado por la situación de un país que se había quedado rezagado respecto del resto de países de Europa. Decía que «España es el problema, Europa la solución». Y ganas de contribuir a solucionarlo no le faltaron.

Ahora bien, el contexto histórico que le tocó vivir, un país destartalado, donde la crisis social y económica se unía de manera inseparable a una crisis política inagotable, es todo lo que tenemos que tener en mente si queremos entender su preocupación. No por otra cosa escribió «El ser humano no tiene naturaleza, lo que tiene es historia». Y es que la historia, la interpretación sobre los acontecimientos de tipo social, cultural, económico, político, etc. (razón histórica), a la manera en como lo entendían las filosofías hermeneúticas, es para él como un libro de texto que debíamos consultar antes de ponernos a pensar en cualquier solución.

Su intención no era otra que sacar a España de su situación de inferioridad cultural, y para ello consideraba que era necesario superar los fundamentos filosóficos de la modernidad, sobre los que se había asentado la concepción del ser humano y del mundo en el siglo XX. Para ello, Ortega tenía que lidiar con dos protagonistas que difícilmente suelen ir agarraditos de la mano. Es decir, por un lado, la razón (entendida al modo del racionalismo iniciado por Descartes), por el otro, lo irracional, que representa la «vida» misma. En esto es en lo que consiste su «raciovitalismo», en intentar unificar a ambos, porque la razón no lo es todo en la vida, y la vida tampoco consiste en ser irracional.

Para entender la importancia de la historia en su pensamiento, antes tenemos que hacer una parada por el contexto del siglo XX. Os puedo asegurar que en ninguno de los autores que hemos visto, su contexto, ha jugado un papel tan importante como lo juega en la filosofía de Ortega.

Y a partir de él vayamos hacia su pensamiento, sin dejar de lado la idea de que es imposible comprenderlo sin atender al resto de corrientes filosóficas del XX, que Ortega aglutina de un modo u otro.

Es muy recomendable que os acerquéis a su pensamiento cuanto antes con la actitud que él propone en su noción de «perspectivismo» (que ya conocéis por Nietzsche).

Todo esto le lleva a concebir a la filosofía como la herramienta indispensable para propiciar ese cambio tan urgente que necesitan nuestras sociedades. Pero la filosofía requiere de un esfuerzo doloroso e integral. Para empezar a comprender mi circunstacia, según él, debo entender primero la «totalidad» en la que se enmarca mi proyecto vital. Es decir, hay que analizar primero la «vida» en su totalidad, para decubrir los fundamentos de ésta. Se trata de una tarea «radical», dura, que genera frustración, que implica un esfuerzo inaudito por parte de cada uno de los individuos para comprender su mundo y a sí mismos.

La obra de referencia, es decir, el texto que habría que comentar en la Evau, sale de «El tema de nuestro tiempo» (del capítulo 10, concretamente). Fijáos en lo que él mismo escribe sobre su obra unos años después:

«Yo he publicado un libro en 1923 que, con cierta solemnidad, tal vez la madurez de mi existencia me invitaría hoy a no emplearla. Se titula El tema de nuestro tiempo; en ese libro, con no menos solemnidad, se declara que el tema de nuestro tiempo consiste en reducir la razón pura a razón vital».

Suele ser recomendable empezar por su primera obra «Meditaciones del Quijote«. En ella ya se encuentran muchas de las ideas que desarrollará después. Sin embargo, cuando yo empecé a estudiar a Ortega, me fascinó su obra «¿Qué es Filosofía?«. Me ayudó mucho a entender un montón de cuestiones de filosofía que no conseguía conectar entonces, hasta que llegué a él. Leer a Ortega es un placer, no por otra cosa él mismo decía que «la claridad es la cortesía del filósofo». Si te ha empezado a interesar su pensamiento, tampoco puedes dejar de pasar por su magnífica obra «La rebelión de las masas«, así entenderás mucho mejor la configuración de las actuales sociedades modernas y postmodernas.

En lo tocante a las producciones audiovisuales, creo que ya está tardando la versión orteguiana de «Mientras dure la guerra» (2019), de Amenábar. Esta peli es imprescindible como reflejo de lo que sucedía en nuestro país en la época de Unamuno y Ortega, que pasaron por vicisitudes políticas y sociales con muchos paralelismos (aunque sus ideas son contrapuestas en muchos aspectos), y a quienes la historia ha colocado como los dos máximos exponentes de la filosofía en España.

Eso sí, podemos permitirnos el lujo de escucharle cual youtuber de nuestros tiempos. Es lo que tiene la tecnología que tanto criticamos a veces, que nos permite traer directamente a nuestros tímpanos las frecuencias propias que generaban las palabras de un filósofo tan importante como Ortega:

El vídeo sale de este documento, que no tiene desperdicio:

https://www.rtve.es/alacarta/videos/archivo-historico/jose-ortega-gasset/2915714/

Qué queréis que os diga, a mí me parece un lujo contar con éstas píldoras de conocimiento que vienen directamente del cuerpo de su autor. A menudo se tiende a idealizar la vida de los filósofos, y esto afecta incluso a su corporeidad. Tendemos a imaginarnos cómo de profunda sonaría su voz, cuál sería su extravagante pose, su manera de vestir, etc. Después descubrimos que se trata de personas normales y corrientes. Al final, la pinta de Ortega no es otra que la de un tipo español de su época.

Y por último, este famoso documental. Deberíais aprovechar estos días para verlo:

Casi se me olvidaba el vocabulario 😉

Nietzsche: nada más que Voluntad de Poder.

«Yo no soy un hombre, soy dinamita»

«El “mundo verdadero” es una Idea que ya no sirve para nada, que ya ni siquiera obliga, una Idea que se ha vuelto inútil, superflua; en consecuencia es una Idea que ha sido refutada: eliminémosla. (Día claro; desayuno, vuelta del sentido común y de la serenidad alegre; Platón se pone rojo de vergüenza y todos los espíritus libres arman un ruido de mil demonios.)» [Nietzsche: «El ocaso de los ídolos. O cómo se filosofa con el martillo»].

Nietzsche es el otro gran agitador de conciencias de la edad contemporánea. Si Marx sacudió las bases de la teoría económica, política y social del siglo XVIII, Nietzsche hace lo propio en el siglo XIX (ya a las puertas del XX) y en un sentido superlativo. La crítica de Nietzsche no va dirigida contra un aspecto concreto del ser humano y su cultura, sino contra la cultura occidental en bloque, que abarca desde Sócrates hasta nuestros días.

Para Nietzsche, la Historia de la Filosofía no es más que la historia de un error. Junto a Marx y Freud, él aporta su gran sospecha: desenmascarar que la historia de las ideas es la historia de una gran mentira cuya coartada está basada en una deformación lingüistica malintencionada que persigue objetivos morales.

«Todo lo que los filósofos han venido manejando desde hace milenios fueron momias conceptuales, de sus manos no salió vivo nada real»

Está convencido de que los valores heredados de la Ilustración van en contra de la vida (que es lo más sagrado para él), y que «todos los problemas de la filosofía no son sino un problema de valores».

Él piensa que es necesario coger todos esos valores que la filosofía había instaurado con tanto esfuerzo, tirarlos por la borda, y constituir unos nuevos acorde con el nuevo tipo de ser humano, capaz de darse realmente así mismo las normas en un acto de voluntad libre y plena muy alejado del ideal ilustrado. Para ello basará su pensamiento en una categoría primordial: la voluntad de poder.

«Todo en el mundo es voluntad de poder y nada más que voluntad de poder»

Por eso para él se hace necesario una actitud capaz de «filosofar a martillazos», destruyendo una concepción del mundo y del ser humano que arranca en Sócrates, continúa a través de los siglos en el cristianismo, atraviesa la filosofía de Kant y del socialismo, y llega hasta nuestros días. Esta concepción del mundo que ha imperado a través de los siglos consiste en una desvaloración de los aspectos que procuran una vida plena, en pos de la invención de un mundo imaginario inexistente que pone todos los valores supuestamente deseables en un lugar inaccesible para un ser que aún se encuentra a medio camino de alcanzar su propia superación, su plena transformación.

Lo cierto es que, en su pensamiento, la línea que divide la filosofía de la literatura es demasiado delgada, e inexistente a veces. Sus obras reflejan una habilidad para la metáfora que excede el campo de la filosofía y se funde con el del arte. Y por eso el ser humano es para él, en sentido pleno, el «artista».

Así que toca leer, pues solo adentrándonos en sus metáforas podremos desvelar un pensamiento que (parafraseando al autor), aunque camina con pies de paloma, puede gobernar el mundo. Si aún no has tenido el placer de acercarte a uno de sus textos, ahora es el momento de hacerlo (esto ya no es una recomendación académica sino personal), no dejes pasar más tiempo sin zambullirte de lleno en su universo. Pero antes, date una vuelta por el resumen de su pensamiento:

No hemos tenido mala suerte, porque el posible texto de la Evau saldrá de una obra crucial en el pensamiento contemporáneo, «La Gaya Ciencia» (concretamente del libro V, fragmentos 343 al 346) . Es, según él mismo, el más personal de todos sus libros. No obstante, si tenemos que señalar otra obra suya como principal, tendremos que dirigir nuestra mirada hacia «Así habló Zaratustra«. Esta obra es, a mi juicio, la más enigmática obra del mundo contemporáneo, como él mismo dice, «un libro para todos y para nadie». Tampoco dejéis pasar la oportunidad de disfrutar de una lectura rápida y contundente con títulos tan fascinantes como «Sobre verdad y mentira en sentido extramoral» (un breve ensayo que yo incluiría en en código penal como de obligada lectura para todo ser humano). Y si lo que buscas es una vía directa a la desgarradora literalidad de su subjetividad, sigue a través de «Ecce homo» y «El anticristo«.

Por supuesto que la cultura audiovisual contemporánea se ha hecho eco de este complejo personaje tan «humano, demasiado humano». Me viene a la cabeza «El día que Nietzsche lloró» (2007), de Pinchas Perry, basada en una novela homónima que, con toda la libertad poética del mundo, une las vidas de nuestro filósofo con otro de los más importantes pensadores contemporáneos, Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis.

También me acuerdo de esta peculiar cinta que data de 2001 y está dirigida por Júlio Bressane:

Y del ya clásico «Más allá del bien y del mal», dirigida por Liliana Cavani en 1977:

Sin ser una biografía, esta película del 2011, dirigida por Béla Tarr y Ágnes Hranitzky, se inspira en uno de los personajes que acompañarán a Nietzsche en una de las escenas de su vida más recordada, por lo que resulta muy interesante como documento para entender cómo era el mundo que rodeaba a nuestro autor y que él tanto criticaba:

Y para terminar no podemos pasar por alto el género documental, recomendando el visionado del primer capítulo de la afamada serie «Humano, demasiado humano» de la BBC:

Por último, ya sabéis, echadle siempre un vistazo a su vocabulario antes de poneros a estudiarlo a fondo:

Esto va de libros: Capítulo II

«El Contrato social» de Rousseau (El Manga-Herder)

Hace mucho tiempo descubrí la maravillosa obra del mexicano Eduardo del Rio, ya fallecido en 2017. Se llama «Filosofía para principiantes«. No hace falta ser un amante del cómic para disfrutar de este librito que, con un tono cargado de ironía y buen sentido del humor, sin embargo, es lo suficientemente riguroso para aquellos que estáis adentrándoos en el mundo de la Filosofía.

Filosofía Para Principiantes

La grata noticia vino después, cuando descubrí la serie «…Para principiantes«, de la editorial Era Naciente, que reúne de manera magistral una gran cantidad de conocimientos sobre muchos autores y materias que estamos estudiando. Lo curioso es que lo hace en un formato al que la filosofía académica no suele estar acostumbrada. A mí me ayudaron mucho a plantarle cara a algunos de los temas más difíciles de la filosofía, y consiguieron, y esto es lo más importante, despertarme la motivación para enfrentarme directamente a muchas de las obras de algunos filósofos que me provocaban cierto pavor.

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No obstante, existen otras obras a las que considero verdaderos tesoros si los miro desde el punto de vista de un estudiante de bachillerato que busca un lugar en el que la filosofía esté plasmada de una manera cercana y precisa a la vez. La serie (descatalogadísima ya) «Cuadernos de COU y selectividad» (Filosofía), de la editorial Alhambra Longman, cumple perfectamente con esas expectativas y es, a mi juicio, una herramienta extraordinaria de las que ya no se publican.

Sí, es cierto, todo estudiante de filosofía, le guste o no, por unos motivos o por otros, está obligado a recurrir a un manual alguna vez. Todos hemos pasado por unos cuantos autores de referencia pero, si yo tuviera que escoger dos, no podría separarme de los trabajos de Nicolas Abbagnano y Frederick Copleston.


Pero si os ha gustado la idea de poder acercaros a la Filosofía en un formato más ligero, tipo cómic, no podéis dejar de echar un vistazo a la serie de filosofía El Manga (la otra h) de la editorial Herder. Cuenta con una gran variedad de títulos que os harán pasar un buen rato a la vez que repasáis autores.

Rousseau: el buen salvaje ilustrado.

«Prefiero ser un hombre de paradojas que un hombre de prejuicios» .

Casi todos los historiadores señalan que la vida de este filósofo ginebrino no es más que una serie de catastróficas desdichas. Rousseau, un polímata del s. XVIII, quiso ser músico, y aunque compuso algunas obras, no le salió bien. Quiso ser pedagogo, pero el destino quiso que abandonase a su prole una y otra vez, hasta en cinco ocasiones. También quiso ser popular y querido por todos, un influencer, vaya. Y esto…, esto lo consiguió en cierto modo, aunque nunca llegó a disponer del ánimo y carisma necesarios para ser aceptado socialmente. Nunca se quitaría de encima la etiqueta de «nerd».

En él conviven el caracter de hombre ilustrado, capaz de ejercer un gran influjo en toda la filosofía posterior a él (sobre todo en Kant), con una inestabilidad mental y emocional que le llevó a encerrarse en sí mismo hasta el punto de convertirse en su propio objeto de investigación científica. Su pensamiento era capaz de movilizar a las masas (véase el escaso tiempo que pasa desde «El Contrato social» de 1762 hasta la Revolución parisina de 1789) y, al mismo tiempo, ganarse la enemistad con el más relevante de los filósofos de la época, el gran Voltaire, quién no escatimó en recursos de ningún tipo para desacreditar al ginebrino.

Rousseau no es solo racionalista, empirista, romántico o idealista. Rousseau es más que eso. Por eso unos y otros lo reclaman como suyo, porque no es más que una personalidad forjada a sí misma.

Suele decirse que su pensamiento encaja perfectamente con el de la Ilustración en general. Y a pesar de que esto es cierto, no deja de ser llamativa la continua disputa que mantiene con todos ellos. Él se negaba a aceptar que el «progreso» es aquello de lo que sus contemporáneos hablaban. Para él, ese modo de estar en el mundo no había hecho más que corromper al ser humano, alejando al individuo de su esencia; vivir conforme a la naturaleza.

«Todo es perfecto cuando sale de las manos de Dios, pero todo degenera en las manos del hombre» (Emilio o de la educación, 1762)

Repasemos primero cuál era el ambiente en el que surge este pensador con un breve resumen de la Ilustración:

Y si lo que te pide tu naturaleza de homo videns es poner en marcha tus neuronas de otra forma, aquí os dejo un fantástico documental en dos partes que os introducirá visual y conceptualmente en la época:

Y ya podéis acercaros al resumen de su pensamiento:

Aquí hacemos hincapié en su pensamiento político, ya que se le considera como uno de los teóricos más importantes del periodo ilustrado. En él abundan reflexiones en torno a la naturaleza humana, la ciencia, las artes, la sociedad, el poder, la soberanía, el bien común, la voluntad general, la libertad, la igualdad, la educación, el progreso, etc. Conceptos sin los que no es posible entender el desarrollo posterior de la filosofía.

Rousseau es otro que se deja leer, así que aquí os dejo el «Discurso sobre las ciencias y las artes» con el que tan famoso se hizo, el «Emilio o de la educación» , sus «Confesiones», de lectura altamente recomendada, y su principal obra, «El Contrato social», de la cual sale el texto a comentar en la Evau (del libro primero, capítulos 6 y 7, concretamente).

Hume: los límites del conocimiento humano.

«Nada es más libre que la imaginación humana». David Hume.

Filósofo, economista, psicólogo, historiador…, aunque sobre todo, Hume es un ilustrado. Como tal, su saber por las más diversas cuestiones relacionadas con la naturaleza humana es notablemente extenso, casi abrumador. Pero ¿cómo es posible esto tratándose de un pensador que sostiene que no podemos estar seguros de nada de lo que tenemos por real?

¿Qué es lo que conocemos realmente? ¿Hasta dónde se pueden extender las creencias que tenemos sobre el mundo? ¿Cuánto condicionan nuestros prejuicios la percepción que tenemos de la realidad? La postura de Hume ante estos interrogantes nos sitúa en una incertidumbre de la que es difícil salir, porque nos adentra en el territorio del escepticismo. ¿O acaso tú tienes un argumento válido, que no esté basado en el hábito o la costumbre, con el que puedas demostrar hechos del futuro tales como que el sol saldrá mañana? Si lo tienes, sospecha de él, porque el problema parece estar ya resuelto. A menos que seas un mutante con una variación genética desconocida o tengas una bola de cristal…

Según el escocés, los filósofos han estado manejando conceptos falsos sin explicar claramente qué es lo que sucede en nuestra conciencia cuando elaboramos esas ideas.

«No existen ideas, de las que aparecen en metafísica, más oscuras e inciertas que aquellas de poder, fuerza, energía o conexión necesaria, las cuales surgen siempre en todas nuestras disquisiciones» (Investigación sobre el entendimiento humano)

Esto es lo que ha pasado con conceptos como sustancia, necesidad, causalidad, dios, ect. Está claro que esto es muy peligroso, porque si no se aclaran ciertos conceptos sobre el ser humano y su realidad, estamos expuestos al error o, peor, a la manipulación. Por ejemplo, la idea que tenemos del yo, la identidad o subjetividad, la mente, el espíritu, etc, podría ser falsa; en el mejor de los casos, porque la otra opción es que ni siquiera exista y no sea más que una invención de tu imaginación.

Nos enfrentamos a un pensamiento altamente provocador, que cuestiona radicalmente la ideas que nos formamos sobre el mundo y sobre nosotros mismos.

«El principal obstáculo a nuestro progreso en las ciencias metafísicas o morales es, así pues, la oscuridad de las ideas, y la ambigüedad de los términos» (Investigación sobre el entendimiento humano)

Su afán es aislar de la filosofía aquellos conceptos oscuros, innecesariamente complejos y anti-intuitivos. La Filosofía no puede tener otra ocupación que no sea «la naturaleza humana»; en toda su extensión, sí, pero desde un punto de vista práctico, alejado de los grandes sistemas del racionalismo. Hume quiere dotar a la filosofía de un caracter antimetafisico, liberarla de vanas especulaciones y centrarla en investigar aquellas cuestiones que pueden reducirse a la experiencia que tenemos de ellas. La experiencia es la única fuente válida de conocimiento y además es su límite.

Este espíritu empirista no nace de repente en este autor sino que es la culminación de una «actitud» que a lo largo de los siglos XV, XVI y XVII se había ido instalando en el modus operandi de filósofos como Locke, Berkeley y Hobbes, y científicos como Copérnico, Galileo y Newton.

Por eso esta entrada trae primero un resumen de esta corriente, que no puede entenderse sin contraponerla a la corriente racionalista que ya hemos estudiado.

La principal aportación de Hume a la filosofía se resume en descubrir que las ideas sobre los grandes problemas de la filosofía no eran otra cosa sino «ficciones» que fabrica la imaginación humana y que, por lo tanto, son absolutamente cuestionables.

«Las disputas con hombres que se obstinan en mantener sus principios a toda costa son las más molestas de todas, quizá con la excepción de aquellas que se tienen con individuos enteramente insinceros que en realidad no creen en las opiniones que están defendiendo, y que se enzarzan en la controversia por afectación, por espíritu de contradicción y por el deseo de dar muestras de poseer una agudeza y un ingenio superiores a los del resto de la humanidad» (Investigación sobre los principios de la moral).

Su investigación empírica, siguiendo los pasos de Newton, le llevará a sostener que los límites de nuestra mente son mucho más estrechos de lo que pensábamos y que la única vía filosófica clara que nos queda por seguir es la «ciencia del ser humano», fundada en su «emotivismo moral» que, obviamente, no puede tener su origen en la razón, sino en el sentimiento.

Aquí os dejo el resumen de su pensamiento, para completar con los apuntes:

Aquí tenéis una selección de textos de su «Investigación sobre el entendimiento humano» de 1748. El texto completo lo tenéis aquí. Ojo a la sección VII «De la idea de conexión necesaria», parte II, porque es de aquí de donde sale el texto a comentar en la Evau. Os dejo también la «Investigación sobre los principios de la moral» (según él, su mejor obra) por si queréis ampliar. Y uno de sus ensayos más conocidos:

Agustín de Hipona: el doctor de la Gracia.

Preguntas qué es el alma, te complaceré fácilmente; pues a mi parecer es una substancia dotada de razón destinada a regir el cuerpo”

Aquí os dejo el resumen complementario del santo de Hipona.

Además, viene con unos textos al final que son carne de cañón para la Evau.

Para poder realacionar ideas en el comentario de texto, os dejo una introducción breve a la filosofía medieval que debería ser el paso previo a su lectura, para captar ideas.

Ánimo con él. Es un pensador con capacidad para sorprenderos y muy, muy polémico. Escribió cosas interesantes que no requieren ninguna especialización filosófica previa para apreciar su valor. Me refiero a las Confesiones. Es una lectura un tanto peculiar, estamos de acuerdo. Pero este diario personal de Agustín es tan original que merece la pena prestarle vuestras neuronas durante un rato.

Esto va de libros: Capítulo I.

Guthrie,William. «Los filosofos griegos»

Preguntábais por alguna lectura para ampliar los contenidos que habéis visto hasta ahora y que resuenan en vuestro cerebro porque aprendisteis cosas el curso pasado. Igual tiene razón Platón con eso de que el conocimiento no es otra cosa que recordar…

Pues existe un librito que os servirá de mucha ayuda. Sin ser excesivamente técnico, está pensado como un curso de filosofía griega que analiza muy bien las principales ideas de los pensadores que habéis estudiado hasta Aristóteles. Casi nada. Os invito a que le echéis un vistazo.

Platón: o ¿cómo debemos vivir entre nosotros?

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«A esta clase de personas hay que explicarles lo que es la obra filosófica en toda su extensión, y cuántos trabajos y esfuerzos exige. Porque si el oyente es un verdadero filósofo, apto para esta ciencia y digno de ella porque tiene una naturaleza divina, el camino que se le ha enseñado le parece maravilloso, piensa que debe emprenderlo inmediatamente y que no merece la pena vivir de otra manera»

Comenzamos con el primero de la serie de pensadores que estudiaremos a fondo a lo largo de este curso.

Hablar de Platón en particular es como hablar de la filosofía en general. De hecho, Whitehead se refería a esto mismo cuando señalaba que toda la Historia de la Filosofía no era otra cosa que notas a pie de página de los diálogos de Platón.

Estos diálogos no son simples tratados de filosofía, sino que se han convertido en obras cumbre de la literatura universal. Siempre que me preguntan por un libro por el que comenzar a leer sobre filosofía, nunca remito a nadie a ningún manual, ni siquiera a este blog, le remito a los diálogos de Platón, y en concreto, a los diálogos de juventud.

Los diálogos de Platón conservan todavía intacta una asombrosa capacidad para comprometer al lector con aquellos grandes problemas de la existencia humana. Y esto es muy curioso, teniendo en cuenta que muchos de ellos no contienen soluciones definitivas a esos problemas, ni mucho menos, sino que, al contrario, están muy lejos de esto, y muy cerca de facilitarte las herramientas necesarias para hacerte participar de forma activa en la tarea filosófica, porque en ellos la filosofía se muestra todavía en su estado más puro.

Y, sí, para aquellos que aún no han tenido el placer de leer a Platón, es completamente cierto eso de que al final, después de terminar el libro, lo que le queda a uno es una sensación de no haber aprendido nada, y de haber aprendido mucho, a la vez, solo por el mero ejercicio que supone estar dándole vueltas a las palabras, como si éstas sobrevolasen tus pensamientos, sin detenerse por un instante, sin dejarse atrapar por la estabilidad que busca la razón de manera infatigable.

Aquí os dejo un resumen de su pensamiento:

Si yo fuera vosotros, no dejaría pasar ni un minuto más sin acercarme a una de sus obras. Me resulta muy difícil escoger la primera. Normalmente te recomendarán empezar con «El banquete«, por eso yo te diré que te dirijas después a la «Apología de Sócrates«. Pero claro, tempoco podría evitar remitirte al «Fedón» (es, además, la obra de la que saldría el texto a comentar en la Evau: Fedón, 74a-83d). Y mucho menos podría parar de dar recomendaciones si no te dijera antes que te acercases a «La República«. En fin, me resulta muy complicado, así que elige tú mismo. Eso sí, tienes que tener en cuenta que donde la diversión está asegurada es en otros diálogos menos mencionados, como el «Alcibiades«.

En materia audiovisual, Internet está plagado de documentos para acompañar el estudio y lectura de Platón. Cualquier canal de youtube especializado en filosofía,debe contar con un video sobre Platón, casi de manera obligada. A mí, particularmente, me gusta mucho el trabajo de «La fonda filosófica«, y creo que merece la pena que le prestéis atención a su análisis sobre La República.

También sería recomendable que le echáseis un vistazo al siguiente documental:

Por último, os dejo un vocabulario que os vendrá muy bien tener a mano en todo momento.

Y recordad que, como decía Sócrates, una vida si reflexión no merece la pena ser vivida.