Filosofía para el fin de siglo: y para lo que viene después.

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El hombre en la encrucijada (1933) Diego Rivera

Parafraseando a Habermas, el siglo XX es un siglo breve, pero se podría añadir, con razón, que también ha sido intenso. En su famosa conferencia, Habermas nos deja una muy pertinente e inquietante pregunta:

¿No aprendimos nada de las catástrofes de la primera mitad del siglo?

Habermas (“Nuestro breve siglo XX”)

Comprender el devenir de las ideas que atraviesan el siglo XX es una tarea muy difícil de resolver, pero de una urgencia incuestionable, porque son muchas las propuestas, muchas las corrientes entrelazadas, muchas y muy diferentes las personalidades que pretenden dar sentido a un sinfín de hechos históricos, políticos, sociales, culturales, etc., que están a la espera de ser interpretados desde un punto de vista filosófico que sea capaz de arrojar luz sobre las cuestiones de la vida humana que se desarrollan en nuestras sociedades modernas tecnificadas.

Intentaremos hacer un recorrido cómodo por algunas de las principales corrientes que se hacen indispensables para comprender este complejo siglo, con el objetivo de seguir intentando arrojar nuevas luces que nos permitan comprender el sentido de todo lo estudiado a lo largo del curso.

Este recorrido tiene su primera parada en en el pensamiento de Husserl y su fenomenológia trascendental, cuyas consecuencias derivan en nuevas actitudes que se enfrentan a su pasado reciente y que engloban al existencialismo en general. Pasaremos por un cápitulo un tanto atípico en el que nos detendremos sobre la filosofía analítica, con la que podremos entender mejor el pensamiento de los principales historiadores de la ciencia y de la filosofía hermenéutica. Desde ahí tomaremos un nuevo rumbo siguiendo los pasos de las filosofías que quieren dar respuesta a la cuestión de la posmodernidad, y terminaremos con el análisis del estructuralismo y las filosofías de la diferencia.

No es tan breve el viaje como propone Habermas, es verdad, pero os aseguro que es apasionante.

Habermas: de lo que se trata es de comunicarnos.

The European Madhouse

Terminamos la serie de pensadores con Jürgen Habermas, uno de los representantes más destacados de la filosofía del siglo XX que sigue dando la batalla también en el siglo XXI.

Es el último representante destacable de la famosa Escuela de Frankfurt, una corriente de pensadores que desarrollaron un pensamiento crítico con la sociedad contemporánea con el objetivo de llevar a cabo, aunando Filosofía y Sociología, una transformación de la sociedad, partiendo de algunos de los presupuestos del materialismo histórico de Marx.

Podríamos decir que su filosofía es una filosofía integradora, que pretende armonizar las nuevas y revolucionarias ideas que surgieron en el siglo XIX con los acontecimientos que ellas mismas propiciaron a lo largo del siglo XX. Su preocupación por la comunicación, la propia de los seres racionales que pueblan nuestras sociedades contemporáneas y que es la base sobre la que hay que fundamentar una ética, sigue siendo una preocupación que es lícito extender hasta nuestros días.

La crisis de las «filosofías», la crisis de la legitimación de los estados contemporáneos así como la crisis del positivismo jurídico, son solo tres aspectos de los muchos que empujaron a nuestro autor a elaborar una nueva teoría social que proporcionase un programa emancipador del individuo, centrado en el análisis de la comunicación y la importancia de la participación política, entendiéndolos como medios para lograr una teoría capaz de trasnformar nuestras actuales sociedades, y las herramientas con las que construir un mundo más justo, bajo la máxima de que el intercambio de argumentos entre miembros de una sociedad es la base de la libertad.

La clave estaría en elaborar un nuevo modelo de racionalidad vinculada al lenguaje y la comunicación. Y su principal motivación para ello es esta:

«Tengo un motivo intelectual fundamental: la reconciliación de una modernidad descontenta consigo misma» .

(Habermas: Ensayos Políticos)

Este es el objetivo de su Teoría de la acción comunicativa, mediante la cual denuncia la tensión, la contradicción y el conflicto continuo de las sociedades contemporáneas organizadas en torno al binomio Mercado-Estado, dos conjuntos institucionales que dejan de lado los procesos de entendimiento entre los individuos para centrarse en aquellos aspectos económico-administrativos que son la base de las injusticias sociales, y que degradan las relaciones personales debido a su capacidad abrumadora para elaborar muy diversas y efectivas formas de alienación del individuo.

Con esto, y una vez que repaséis el contexto histórico, estamos listos para adentrarnos en su pensamiento. Aquí tenéis los apuntes:

Es cierto que su lectura no es una lectura de las más amenas de la filosofía, al menos no en su totalidad. Pero hemos tenido suerte con el texto, porque se trata de un texto que sale de una obra sumamente interesante:

Tenéis que ir al último capítulo: ¿Qué significa «Política deliberativa»?, y ahí encontraréis «Tres modelos normativos de democracia», de donde saldrá el texto que habría que comentar en la Evau.

No dejés de pasaros por otras obras suyas muy relevantes:

En «Conocimiento e interés», además de una teoría muy interesante sobre los intereses que se esconden detrás de las diferentes ramas del conocimiento (un tema muy candente, a tenor de las circunstancias actuales), encontraréis una mini historia de la filosofía que es un intento por aclarar los presupuestos de la filosofía de Marx (también su relación con Hegel) y su influjo en el pensamiento del siglo XX.

Tampoco dejés de pasaros, si tenéis fuerzas y tiempo, por su «Teoría de la acción comunicativa» y su «Ética del discurso», si queréis profundizar.

No os asustéis, si queréis empezar con algo más light, Habermas tiene para todos. Podéis echarle un vistazo a este ensayito que os resultará muy útil para entender el siglo XX, tal y como lo ve él:

En el post correspondiente de Cine y Filosofía (Bloque III), os he señalado algunas ficciones que pueden servirnos para comprender el espíritu de Habermas. No obstante, si queréis conocerle en su salsa, aquí lo tenéis, recogiendo el premio Kluge (el Nobel de la Filosofía) en 2015. No olvidéis activar los subtítulos:

Esto va de cine y filosofía. Bloque III.

Intervención pedagógica “con” el Cine. Película “La Ola”
Fotograma de «La Ola» Denis Gansel, 2008.

«El Hoyo» (2019), de Galder Gaztelu-Urrutia, es una muy buena metáfora de lo que significa la lucha de clases. Es una distopía imprescindible para comprender la configuración de este sistema capitalista que Marx denuncia incansablemente:

Si queremos ponernos en la piel de un pensador como Marx, absolutamente convencido de que el poder centralizado del Estado basado en la supresión de las libertades individuales es el mejor arma para mantener el control de los ciudadanos bajo la coartada de la seguridad, «La vida de los otros», de 2006, dirigida por Florian Henckel, es una muestra perfecta de como una sociedad puede llegar a permanecer completamente alienada y no solo en su trabajo. Esta cinta representa muy bien cuáles pueden ser las consecuencias de la acción de un gobierno diseñado para limitar al máximo la libertad de los individuos:

Por otro lado está el clásico «La Ola». Una peli de 2008 dirigida por Denis Gansel que no pasó desapercibida. Muestra perfectamente lo peligrosas que pueden resultar ciertas interpretaciones sobre la cuestión de cómo debemos organizar nuestras sociedades. Nos recuerda también lo delgada que es a veces la línea que separa la participación política activa de la ciudadananía de las actitudes más totalitarias, y cómo del pueblo mismo pueden surgir a veces los sistemas políticos más crueles e inhumanos:

Para terminar con Marx, ahora que tenéis tiempo, no dejéis de ver, si no lo habéis hecho ya, este otro clásico: «Novecento», una maravillosa película dirigida por Bernardo Bertolucci en 1976. En ella podemos ver el desarrollo histórico de las ideologías de las que habla Marx, que se gestan en el siglo XIX y se extenderán a lo largo del siglo XX:

En el caso de Nietzsche, suele citarse otro clasico, «La Soga», dirigida por el gran Alfred Hitchcock en 1948. El nudo de la acción transcurre a partir de un debate en torno al concepto nietzscheano de Übermensch (Superhombre). Muestra muy bien las consecuencias que pueden derivarse de una interpretación errónea de sus teorías:

«El Sacrificio» de Tarkovski, que data de 1986 está llena de referencias a los pricipales conceptos de la filosofía de Nietzsche. Las referencias a «Así habló Zaratustra» son explícitas. En ella quedan reflejados muy certeramente conceptos como el nihilismo y el eterno retorno. Valga esta primera escena como ejemplo de interpretación axiológica del eterno retorno de lo idéntico:

«Eyes wide shut» (1999), del gran Satanley Kubrik, representa muy bien esa contraposición entre las dos fuerzas que, según Nietzsche, gobiernan el mundo: la figura de Apolo (que repesenta el orden, lo racional) frente a la de Dionisos (que representa lo oculto, lo misterioso, lo irracional, la embriaguez, el placer desmedido, etc). Está plagada de simbología que incita a la interpretación. A mí juicio es una gran «métafora» que hay que desntrañar. Ya hemos hablado de lo importante que es en Nietzsche la metáfora como forma del conocimiento:

Y, por último, no podemos olvidarnos de otra maravillosa película: «El club de la lucha». Está plagada de referencias al modo de vida nihilista propio de las sociedades actuales. Es un buen ejemplo de lo que Nietzsche quería decir cuando nos hablaba de la «moral de rebaño» y muestra ciertas actitudes que nos hacen reflexionar sobre el concepto de «voluntad de poder«. La cinta de David Fincher data también de 1999 y es un documento imprescindible:

Otra película que estudia el efecto del nihilismo en la sociedad es «Crash» (1996), de David Cronenberg. Una historia un poco atípica:

Si os gustan las pelis de esas que te dejan tocado y no sabes bien por qué, os recomiendo «Anticristo» (2009), del controvertido director Lars Von Trier. ¡Ojo! Esto es cine de altos vuelos, desde luego no apto para todos los públicos. Tened en cuenta que el director la filmó una vez que superó una gran depresión existencial. Esta película (tengo que confesarlo, para mí la mejor película de lo que llevamos de siglo XXI) es una brutal manera de trasladar el famoso mensaje de Nietzsche: «el cristianismo es hostil a la vida«. Mucho cuidado, es una película muy fuerte. Si te consideras una persona sensible y no quieres salir de tu estado emocional de calma, no veas esta película. Quedáis avisados, luego no vengáis a decirme que tenéis pesadillas por mi culpa.

Dejemos a Nietzsche y vayamos a un autor que no entra en el temario, al que algunos ni siquiera consideran como filósofo, y que, sin embargo, es un pensador fundamental para entender el siglo XX. Nos referimos a Freud, el padre del Psicoanálisis. Freud, junto con Marx y Nietzsche, ya lo hemos dicho, son los grandes diagnosticadores de la enfermedad que aflige a la sociedad de la época contemporánea. Lo cierto es que la figura de Freud ha sido abordada desde el terreno audiovisual en muchas ocasiones. Esta peli es solo un ejemplo entre muchos:

De hecho, acaba de salir una nueva serie de la que todo el mundo habla maravillas. A mi juicio, no es lo que esperaba. Refleja muy levemente el espíritu de Sigmund Freud. Demasiada ficción, pero da para entretenerse un rato.

La filosofía de Ortega y Gasset tiene una serie de conceptos que pueden ilustrarse también a través del cine. Por ejemplo, el de «perspectivismo«. El clásico «Rashomon» (1950) de Akiro Kurosawa, representa muy bien una reflexión sobre la verdad a partir del concepto de perspectiva:

Pero también es un buen ejemplo de perspectivismo la película «Las vidas posibles de Mr Nobody» (2009), de Jaco Van Dormael. En ella también hay un análisis de la existencia humana entendida como «cúmulo de posibilidades» que enlaza perfectamente con la corriente existencialista que surge en el siglo XX, corriente muy cercana al pensamiento inclasificable de Ortega:

De una manera menos ortodoxa, el drama escenificado en «Enter de void» (2009), de Gaspar Noé, es otra ilustración de perspectivismo aplicado al cine. La peli es de lo más hipnótico que he visto en una pantalla. Cuidado también con esta peli, el nivel de psicodelia sobrepasa niveles que pueden herir la sensibilidad del espectador:

Otra las preocupaciones de Ortega es la «sociedad de masas«. Me viene a la mente la película «Network» (1976), dirigida por Sidney Lumet, cuyo discurso final tenéis que visionar ahora mismo, sin más dilación:

Y llegamos a Habermas, el último de los filósofos que vamos a estudiar. En él encontramos el más concienzudo análisis actual sobre los mecanismos en los que se fundamenta la democracia moderna, deudora de una sutilísima teoría crítica de la sociedad ya avanzada por el resto de pensadores de la Escuela de Frankfurt.

«Mi nombre es Harvey Milk» (2008), dirigida por Gus Van Sant, es una película que no podéis dejar de ver:

Esa necesidad de una teoría crítica social encaminada a detectar las deficiencias de nuestras sociedades actuales con la intención de transformarlas en sociedades más justas, queda justificada en títulos como: «El Odio» (1995), de Mathieu Kassovitz:

O «Salto al vacío» (1995), de Daniel Calparsoro:

Saliéndonos un poco más del marco cinematográfico, no quiero dejar pasar la oportunidad de recomendar una de mis series favoritas, «Black Mirror». Ninguna temporada tiene desperdicio, pero como su visionado no implica una continuidad (cada capítulo es una historia diferente), os recomiendo empezar por: «Caída empicado», el primer episodio de la tercera temporada. En él hay un seria reflexión sobre el modo en que nos comunicamos, así que podemos tomarla como referencia cuando queramos entender por qué Habermas siente la necesidad de establecer una «ética dialógica«.

Esta serie da para otra entrada, ¡qué digo yo otra entrada!, ¡da para otro blog completo!

Como los temas filosóficos tratados en ella abundan por doquier, dejo a vuestro juicio la categorización de cada uno de sus capítulos en un concepto filosófico de los hemos estudiado a lo largo del curso. Si aceptáis el reto, ya sabéis donde encontrarme.