Parafraseando a Habermas, el siglo XX es un siglo breve, pero se podría añadir, con razón, que también ha sido intenso. En su famosa conferencia, Habermas nos deja una muy pertinente e inquietante pregunta:
¿No aprendimos nada de las catástrofes de la primera mitad del siglo?
Habermas (“Nuestro breve siglo XX”)
Comprender el devenir de las ideas que atraviesan el siglo XX es una tarea muy difícil de resolver, pero de una urgencia incuestionable, porque son muchas las propuestas, muchas las corrientes entrelazadas, muchas y muy diferentes las personalidades que pretenden dar sentido a un sinfín de hechos históricos, políticos, sociales, culturales, etc., que están a la espera de ser interpretados desde un punto de vista filosófico que sea capaz de arrojar luz sobre las cuestiones de la vida humana que se desarrollan en nuestras sociedades modernas tecnificadas.
Intentaremos hacer un recorrido cómodo por algunas de las principales corrientes que se hacen indispensables para comprender este complejo siglo, con el objetivo de seguir intentando arrojar nuevas luces que nos permitan comprender el sentido de todo lo estudiado a lo largo del curso.
Este recorrido tiene su primera parada en en el pensamiento de Husserl y su fenomenológia trascendental, cuyas consecuencias derivan en nuevas actitudes que se enfrentan a su pasado reciente y que engloban al existencialismo en general. Pasaremos por un cápitulo un tanto atípico en el que nos detendremos sobre la filosofía analítica, con la que podremos entender mejor el pensamiento de los principales historiadores de la ciencia y de la filosofía hermenéutica. Desde ahí tomaremos un nuevo rumbo siguiendo los pasos de las filosofías que quieren dar respuesta a la cuestión de la posmodernidad, y terminaremos con el análisis del estructuralismo y las filosofías de la diferencia.
No es tan breve el viaje como propone Habermas, es verdad, pero os aseguro que es apasionante.
«El Hoyo» (2019), de Galder Gaztelu-Urrutia, es una muy buena metáfora de lo que significa la lucha de clases. Es una distopía imprescindible para comprender la configuración de este sistema capitalista que Marx denuncia incansablemente:
Si queremos ponernos en la piel de un pensador como Marx, absolutamente convencido de que el poder centralizado del Estado basado en la supresión de las libertades individuales es el mejor arma para mantener el control de los ciudadanos bajo la coartada de la seguridad, «La vida de los otros», de 2006, dirigida por Florian Henckel, es una muestra perfecta de como una sociedad puede llegar a permanecer completamente alienada y no solo en su trabajo. Esta cinta representa muy bien cuáles pueden ser las consecuencias de la acción de un gobierno diseñado para limitar al máximo la libertad de los individuos:
Por otro lado está el clásico «La Ola». Una peli de 2008 dirigida por Denis Gansel que no pasó desapercibida. Muestra perfectamente lo peligrosas que pueden resultar ciertas interpretaciones sobre la cuestión de cómo debemos organizar nuestras sociedades. Nos recuerda también lo delgada que es a veces la línea que separa la participación política activa de la ciudadananía de las actitudes más totalitarias, y cómo del pueblo mismo pueden surgir a veces los sistemas políticos más crueles e inhumanos:
Para terminar con Marx, ahora que tenéis tiempo, no dejéis de ver, si no lo habéis hecho ya, este otro clásico: «Novecento», una maravillosa película dirigida por Bernardo Bertolucci en 1976. En ella podemos ver el desarrollo histórico de las ideologías de las que habla Marx, que se gestan en el siglo XIX y se extenderán a lo largo del siglo XX:
En el caso de Nietzsche, suele citarse otro clasico, «La Soga», dirigida por el gran Alfred Hitchcock en 1948. El nudo de la acción transcurre a partir de un debate en torno al concepto nietzscheano de Übermensch (Superhombre). Muestra muy bien las consecuencias que pueden derivarse de una interpretación errónea de sus teorías:
«El Sacrificio» de Tarkovski, que data de 1986 está llena de referencias a los pricipales conceptos de la filosofía de Nietzsche. Las referencias a «Así habló Zaratustra» son explícitas. En ella quedan reflejados muy certeramente conceptos como el nihilismo y el eterno retorno. Valga esta primera escena como ejemplo de interpretación axiológica del eterno retorno de lo idéntico:
«Eyes wide shut» (1999), del gran Satanley Kubrik, representa muy bien esa contraposición entre las dos fuerzas que, según Nietzsche, gobiernan el mundo: la figura de Apolo (que repesenta el orden, lo racional) frente a la de Dionisos (que representa lo oculto, lo misterioso, lo irracional, la embriaguez, el placer desmedido, etc). Está plagada de simbología que incita a la interpretación. A mí juicio es una gran «métafora» que hay que desntrañar. Ya hemos hablado de lo importante que es en Nietzsche la metáfora como forma del conocimiento:
Y, por último, no podemos olvidarnos de otra maravillosa película: «El club de la lucha». Está plagada de referencias al modo de vida nihilista propio de las sociedades actuales. Es un buen ejemplo de lo que Nietzsche quería decir cuando nos hablaba de la «moral de rebaño» y muestra ciertas actitudes que nos hacen reflexionar sobre el concepto de «voluntad de poder«. La cinta de David Fincher data también de 1999 y es un documento imprescindible:
Otra película que estudia el efecto del nihilismo en la sociedad es «Crash» (1996), de David Cronenberg. Una historia un poco atípica:
Si os gustan las pelis de esas que te dejan tocado y no sabes bien por qué, os recomiendo «Anticristo» (2009), del controvertido director Lars Von Trier. ¡Ojo! Esto es cine de altos vuelos, desde luego no apto para todos los públicos. Tened en cuenta que el director la filmó una vez que superó una gran depresión existencial. Esta película (tengo que confesarlo, para mí la mejor película de lo que llevamos de siglo XXI) es una brutal manera de trasladar el famoso mensaje de Nietzsche: «el cristianismo es hostil a la vida«. Mucho cuidado, es una película muy fuerte. Si te consideras una persona sensible y no quieres salir de tu estado emocional de calma,no veas esta película. Quedáis avisados, luego no vengáis a decirme que tenéis pesadillas por mi culpa.
Dejemos a Nietzsche y vayamos a un autor que no entra en el temario, al que algunos ni siquiera consideran como filósofo, y que, sin embargo, es un pensador fundamental para entender el siglo XX. Nos referimos a Freud, el padre del Psicoanálisis. Freud, junto con Marx y Nietzsche, ya lo hemos dicho, son los grandes diagnosticadores de la enfermedad que aflige a la sociedad de la época contemporánea. Lo cierto es que la figura de Freud ha sido abordada desde el terreno audiovisual en muchas ocasiones. Esta peli es solo un ejemplo entre muchos:
De hecho, acaba de salir una nueva serie de la que todo el mundo habla maravillas. A mi juicio, no es lo que esperaba. Refleja muy levemente el espíritu de Sigmund Freud. Demasiada ficción, pero da para entretenerse un rato.
La filosofía de Ortega y Gasset tiene una serie de conceptos que pueden ilustrarse también a través del cine. Por ejemplo, el de «perspectivismo«. El clásico «Rashomon» (1950) de Akiro Kurosawa, representa muy bien una reflexión sobre la verdad a partir del concepto de perspectiva:
Pero también es un buen ejemplo de perspectivismo la película «Las vidas posibles de Mr Nobody» (2009), de Jaco Van Dormael. En ella también hay un análisis de la existencia humana entendida como «cúmulo de posibilidades» que enlaza perfectamente con la corriente existencialista que surge en el siglo XX, corriente muy cercana al pensamiento inclasificable de Ortega:
De una manera menos ortodoxa, el drama escenificado en «Enter de void» (2009), de Gaspar Noé, es otra ilustración de perspectivismo aplicado al cine. La peli es de lo más hipnótico que he visto en una pantalla. Cuidado también con esta peli, el nivel de psicodelia sobrepasa niveles que pueden herir la sensibilidad del espectador:
Otra las preocupaciones de Ortega es la «sociedad de masas«. Me viene a la mente la película «Network» (1976), dirigida por Sidney Lumet, cuyo discurso final tenéis que visionar ahora mismo, sin más dilación:
Y llegamos a Habermas, el último de los filósofos que vamos a estudiar. En él encontramos el más concienzudo análisis actual sobre los mecanismos en los que se fundamenta la democracia moderna, deudora de una sutilísima teoría crítica de la sociedad ya avanzada por el resto de pensadores de la Escuela de Frankfurt.
«Mi nombre es Harvey Milk» (2008), dirigida por Gus Van Sant, es una película que no podéis dejar de ver:
Esa necesidad de una teoría crítica social encaminada a detectar las deficiencias de nuestras sociedades actuales con la intención de transformarlas en sociedades más justas, queda justificada en títulos como: «El Odio» (1995), de Mathieu Kassovitz:
O «Salto al vacío» (1995), de Daniel Calparsoro:
Saliéndonos un poco más del marco cinematográfico, no quiero dejar pasar la oportunidad de recomendar una de mis series favoritas, «Black Mirror». Ninguna temporada tiene desperdicio, pero como su visionado no implica una continuidad (cada capítulo es una historia diferente), os recomiendo empezar por: «Caída empicado», el primer episodio de la tercera temporada. En él hay un seria reflexión sobre el modo en que nos comunicamos, así que podemos tomarla como referencia cuando queramos entender por qué Habermas siente la necesidad de establecer una «ética dialógica«.
Esta serie da para otra entrada, ¡qué digo yo otra entrada!, ¡da para otro blog completo!
Como los temas filosóficos tratados en ella abundan por doquier, dejo a vuestro juicio la categorización de cada uno de sus capítulos en un concepto filosófico de los hemos estudiado a lo largo del curso. Si aceptáis el reto, ya sabéis donde encontrarme.
Hace mucho tiempo descubrí la maravillosa obra del mexicano Eduardo del Rio, ya fallecido en 2017. Se llama «Filosofía para principiantes«. No hace falta ser un amante del cómic para disfrutar de este librito que, con un tono cargado de ironía y buen sentido del humor, sin embargo, es lo suficientemente riguroso para aquellos que estáis adentrándoos en el mundo de la Filosofía.
La grata noticia vino después, cuando descubrí la serie «…Para principiantes«, de la editorial Era Naciente, que reúne de manera magistral una gran cantidad de conocimientos sobre muchos autores y materias que estamos estudiando. Lo curioso es que lo hace en un formato al que la filosofía académica no suele estar acostumbrada. A mí me ayudaron mucho a plantarle cara a algunos de los temas más difíciles de la filosofía, y consiguieron, y esto es lo más importante, despertarme la motivación para enfrentarme directamente a muchas de las obras de algunos filósofos que me provocaban cierto pavor.
No obstante, existen otras obras a las que considero verdaderos tesoros si los miro desde el punto de vista de un estudiante de bachillerato que busca un lugar en el que la filosofía esté plasmada de una manera cercana y precisa a la vez. La serie (descatalogadísima ya) «Cuadernos de COU y selectividad» (Filosofía), de la editorial Alhambra Longman, cumple perfectamente con esas expectativas y es, a mi juicio, una herramienta extraordinaria de las que ya no se publican.
Sí, es cierto, todo estudiante de filosofía, le guste o no, por unos motivos o por otros, está obligado a recurrir a un manual alguna vez. Todos hemos pasado por unos cuantos autores de referencia pero, si yo tuviera que escoger dos, no podría separarme de los trabajos de Nicolas Abbagnano y Frederick Copleston.
Pero si os ha gustado la idea de poder acercaros a la Filosofía en un formato más ligero, tipo cómic, no podéis dejar de echar un vistazo a la serie de filosofía El Manga (la otra h) de la editorial Herder. Cuenta con una gran variedad de títulos que os harán pasar un buen rato a la vez que repasáis autores.
Hace tiempo que tenía pendiente una entrada de este tipo, en la que reunir unas cuantas «utilidades» que se ajusten a la tendencia creciente de adquirir conocimiento via contenido audiovisual.
Ante todo, tengo que decir que nunca podré entender como alguien prefiere ver un vídeo sobre lo que alguien ha escrito en lugar de leer directamente lo que ha escrito con tanto esmero ese alguien. Pero no soy tan ingenuo como para no darme cuenta de lo preciado que es el tiempo y de que la necesidad aprieta.
Sin entrar a juzgar más a fondo la cuestión, ahí va un buen pack de herramientas para que el estudio de la filosofía pueda convertirse en otra cosa distinta a la inexorable conjunción de unos ojos mirando un papel. Sustituyamos el papel por placas de vidrio retroiluminado, añadámosle el sentido del oído, y procuremos ampliar nuestros horizontes cognoscitivos.
Ya hemos hablado en alguna ocasión de Unboxing Philosophy, un clásico que nunca falla.
Pero hay más.
Deberíais pasaros de vez en cuando por Adictos a la Filosofía a pasar un buen rato y a aprender filosofía sin dejar de lado el sentido del humor.
Hace mucho tiempo que en Argentina se ha dado cuenta de que la filosofía no es incompatible con la televisión. Hay varios programas a destacar. A mi me gusta Filosofía aquí y ahora.
A veces es conveniente traer a la memoria acontecimientos del pasado para poder comprender mejor el pensamiento de determinados autores y corrientes. Es decir, que en ocasiones está bien recurrir a la historia para contextualizar los pensamientos de los filósofos. Aquí, en Pero esto es otra historia, encontraréis píldoras de conocimiento muy valiosas.
Y si te quedas con ganas de reflexionar sobre aquellas cuestiones filosóficas que se encuentran más cerca de la ciencia que de la historia, no puedes dejar de pasar por Quantum Fracture.
En fin, me viene a la cabeza alguna más del tipo de Un profesor, o la serie Grandes Filósofos, muy útiles. Pero de momento tenéis para bucear por la red un rato.
Dadles las gracias a todos por su trabajo si tenéis ocasión.
Cuando Frankenstein aprende por primera vez que «las cosas flotan en el agua», no duda en coger a la niña y lanzarla al lago. ¿Podemos culparle por su acción moral? ¿Qué hace que una acción moral pueda ser valorada como buena o mala? ¿Se presupone que debe haber un «sujeto» detrás de una acción para que sea moral? ¿Qué es un sujeto? Demasiadas preguntas para una sola película.
Vamos a hacer un recorrido por aquellos retratos audiovisuales que pueden ayudarnos a entender el pensamiento de determinados autores del periodo que denominamos «modernidad», que va desde el Renacimiento hasta la Ilustración.
Empezamos con Maquiavelo, quien representa mejor que nadie el giro en el pensamiento que se produce durante el renacimiento. Son muchos, muchísimos los ejemplos audiovisuales en los que inspirarnos para comprender la filosofía del florentino. Ya hemos comentado la serie «Juego de Tronos«, pero hay otras en las que también deberíamos fijarnos. Recientemente me he topado con esta serie, The Path, en la que me he encontrado una actitud francamente maquiavélica en muchos de sus personajes:
La serie «House of cards» es otro gran ejemplo que ilustra a la perfección como conseguir el poder y conservarlo, cumpliendo una serie de preceptos, muy en la línea de lo expuesto en el «El Príncipe»:
No te preocupes si no eres capaz de sentarte para ver una serie durante horas y horas. Te recomiendo una peli que también te servirá para introducirte en el pensamiento de Maquiavelo en «El Príncipe». Me refiero a «Bréxit» (2019), de Toby Haynes:
Si queréis acercaros un poco al pensamiento de Martín Lutero, podéis echarle un ojo a «Lutero» (2003), dirigida por Eric Till:
Si es un suplicio para tí comprender el intento de matematización de lo real que arranca en el Renacimiento y alcanza su máxima expresión en el racionalismo, con Descartes, Spinoza y Leibniz a la cabeza, tienes que ver «Pi. Fe en el caos» (1998). Es la historia de un sujeto obsesionado con los números. Son muchas las escenas en las que parece que lo que sufre es un clarísimo caso de posesión racionalista. La peli tiene una trama interesante: ¿Qué haríais vosotros en su lugar su hubiéseis descifrado el código numérico secreto para descodificar el sistema bursátil? Lo cierto que es este director (Darren Aronofsky) tiene otros títulos muy interesantes. Merece la pena que les echéis un ojo.
Sobre Descartes, ya hemos señalado en otro lugar alguna referencia, como la de su bio pic. Un tanto viejuno, sí, pero vale perfectamente.
Aún así, se suelen citar determinados títulos cuando se habla del racionalismo y del empirismo en general. La nueva concepción sobre el ser trae consigo nuevos debates que alcanzan su máxima expresión no solo en Descartes, sino también en Hume. Podemos señalar a «Matrix» (1999), de los Wachowski Brothers:
Y a la imprescindible «Blade Runner» (1982), dirigida por Ridley Scott y basada parcialmente en la novela de Philip K. Dick «¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?». Sobran las palabras…
Pero hay otros títulos también muy célebres como «Ex Machina» (2014), de Alex Garland, en la que se analizan ideas sobre la relación entre el alma y el cuerpo:
Y «Origen» (2010), de Christopher Nolan, en la que la duda métodica sobrevuela constantemente durante toda la trama. ¿Como podemos discernir entre lo que es real y lo que no? ¿Qué poder tiene nuestra imaginación? Recordemos que para Hume, «Nada es más libre que la imaginación humana».
Ya sabemos que la filosofía tardía de Hume abandona ciertos presupuestos comunes a la modernidad para dedicarse a cuestiones más típicas de ilustrados. La ilustración, el gran siglo de las luces, ha sido tratado a nivel cinematográfico en innumerables ocasiones. Aquí vamos a quedarnos con tres títulos que creo que servirán para la entender la manera en la que influye el pensamiento de autores como Locke, Rousseau y Kant en desarrollo histórico político y social de los siglos XVII y XVIII. El primero es «Un pueblo y su rey» (2018), de Pierre Schoeller , quien nos introduce majestuosamente en la época de la revolución francesa, que es la consecuencia directa de la actitud ilustrada desarrollada a lo largo del s.XVIII.
Si lo que te apetece es hacerte un ciclo temático sobre la revolución francesa, empieza por ver «María Antoniette» (2006), de Sofía Coppola, que lo deja donde empieza «Un pueblo y su rey»:
Y termina con «Adiós a la Reina» (2012), de Benoît Jacquot, que tiene como telón de fondo esos primeros días tras la toma de la Bastilla:
Si lo que te gusta es el cine que te hace reflexionar a partir de hechos morales, llevándolos a sus máximas consecuencias (al más puro estilo kantiano), Kim ki Duk es la solución, porque consigue siempre colocarte en un dilema ético y te obliga a reflexionar de manera radical sobre los conceptos de «deber» y «libertad». Os recomiendo empezar por «Samaritan girl» (2004):
Y lo mismo ocurre con la filmografía de Thomas Vinterberg, de quien recomiendo «Submarino» (2010):
Pero en Kant no todo es una cuestión de deber, a veces se trata de poder. Su filosofía nace con la intención clara de determinar los límites del conocimiento humano. ¿Qué puedo conocer? ¿Hasta dónde podemos extender el pensamiento? ¿Debe tener límites la ciencia? Son cuestiones que están muy bien tratadas en «Proyecto Lázaro» (2016), de Mateo Gil, que no solo nos recuerda a Kant, sino a todas las corrientes filosóficas que hemos visto y que polemizaban sobre el dualismo alma-cuerpo.
Ya sois unos cuantos los que demandabais el comentario de un texto resuelto por mí. Pues bien, os lo traigo. Y además, guionizado, para que podáis seguir los pasos que yo he ido dando en su elaboración.
Esta guía no pretende ser la solución definitiva a la cuestión del comentario de texto pero igual os sirve para calmar un poco los nervios. Porque es cierto que aprender filosofía conlleva determinadas actividades que si no se entienden bien, pueden convertirse en auténticas pesadillas. Eso explica el terror con el que algunos afrontan esta actividad que no resulta nada traumática en sí misma, una vez que se conoce su verdadera naturaleza.
En este punto, no puedo dejar de recomendaros que os mireis los consejos que podéis encontrar en Webdianoia. Y ya que estáis allí, echadle un vistazo a su web, porque después váis a querer estar dándole gracias hasta el final de vuestros días.
No obstante, os dejo mis propios consejos:
1 Una clara detección de ideas, pricipal/es y/o sencundaria/s: recordad que este punto es clave para enlazar con el segundo punto. No olvidéis lo importante que son las definiciones, que podríais situar aquí. Hay que dedicarle un espacio significativo en el conjunto del comentario.
2 Una breve introducción al pensamiento del autor: recordad siempre que en mis apuntes hay un apartado denominado VISIÓN DE CONJUNTO, y en él podéis encontrar ideas que os ayuden a desarrollar este apartado. Algún dato biográfico es relevante pero no podemos limitarnos solo a esto. En realidad este apartado debe mostrar vuestra capacidad de síntesis sobre el pensamiento del autor, es decir, que en él deberían aparecer de alguna manera las principales ideas del mismo, el contexto del que surgen, etc. Determinados datos biográficos son útiles, sobre todo si tienen que ver con el texto, es decir, si nos sirven para aclarar el significado de alguna idea contenida en el texto.
3 Una conexión lógica entre las ideas del texto y las del autor: ya sabéis, este es el grueso del comentario, y en él es donde debemos demostrar que conocemos el sentido de las ideas del texto en cuestión y que tenemos la destreza suficiente para ponerlas en relación con el resto de ideas del pensamiento en general del autor. El mejor indicativo de que se ha leido y comprendido el texto es hacer referencias directas al mismo.
4 Conclusiones y/o refutaciones: es una manera de cerrar el círculo. Debería ser el apartado que demostrase una mayor dosis de personalidad, es decir, que lo bueno es que las conclusiones sean vuestras; no que reflejéis las conclusiones del autor y las hagáis pasar por las vuestras. Aquí siempre me preguntáis: ¿Y si el autor o el texto no me genera ninguna idea? Bien, para este tipo de extraños casos os debería poner en contacto con Iker Jiménez, pero como no sabemos si nos va a contestar a tiempo, os recomiendo la vía de la refutación, es decir, una “crítica” de los supuestos defendidos por el autor, para lo que podría recurrir a mis propias ideas o a las de otros filósofos que han criticado al autor en cuestión. Mucho cuidado con veniros muy arriba en este punto. Tampoco se trata de haceros pasar por expertos en la materia; siempre se puede hacer una refutación de sus ideas acompañándolo de una buena dosis de humildad. Y tampoco os olvidéis del texto que estáis comentando. Referencias directas al mismo pueden mejorar mucho este apartado.
Como el tema que tenemos entre manos es la filosofía de Agustín de Hipona, es a él a quien comentaremos. En concreto, el fragmento de «Las Confesiones» que estamos analizando en clase.
Tened siempre presente que este es «mi comentario». Solo mío. Así que responde únicamente a la relación que «yo mismo» he establecido con el texto tras su lectura. En ningún caso está garantizado que esta sea la forma más idónea de comentar este texto, sino que es solo «mi comentario». Así de personal debe ser que no has de extrañarte si piensas que no es un comentario acertado. Eso te puede dar una idea de lo subjetivo que es este asunto. Si ese es tu caso, no te convence y quieres aportar algo diferente, te animo a que compartas el tuyo. Un montón de seres humanos comentando lo que otro montón de seres humanos han escrito sobre lo que otros pensaban y escribían; eso es en definitiva en lo que consiste la Historia de la Filosofía. Así que sacúdete ese miedo y atrévete a comentar.
Os dejo aquí el resumen de las escuelas de la Filosofía Helenística que sirve para comprender el contexto del que surge la filosofía cristiana, corriente que acapara gran parte del periodo que viene después.
Se trata de un apasionante periodo de la filosofía en el que la reflexión sobre la felicidad como objetivo último de nuestra existencia alcanza un desarrollo muy notable. Es por eso que se dice que los pensadores de esta época lo que investigan es la manera de encontrar «atajos» hacia la felicidad.
No os voy a decir que por conocerlos vayáis a ser más felices de repente, pero sí deberíais repasarlo para comprender mejor de dónde surge la concepción de la filosofía que triunfará en la época medieval.
No obstante, dichos pensadores, siguen siendo hoy en día una fuente inagotable de sabiduría más valiosa que el oro.
Para que no sufráis la desdicha de Woody Allen, aquí os dejo el modelo de examen.
Además os dejo unas páginas donde podéis encontrar información al respecto y los modelos de los años anteriores con los que podéis ir trabajando y además ir haciéndo cábalas sobre qué caerá esta vez:
Filosoblog tiene una entrada maravillosa muy útil con un montón de modelos.
Aquí en Banc de la selectivitat podéis encontrar vídeos con ejercicios resueltos que os pueden servir para captar ideas. ¡Ojo! Los modelos de examen no nos valen porque no son los de la Comunidad de Madrid.
En mundoestudiante.com encontraréis una verdadera joya. No os vayáis a otro lugar sin echarle antes un ojo.
Para cualquier duda dobre el proceso de acceso a la universidad, aquí tenéis toda la información.
Para dudas sobre los modelos de examen y criterios de corrección, aquí.
El caso es que el género cinemátográfico nos ha dejado, a lo largo de estos años, un conjunto de obras que me parecen dignas de mención. Si en lo que estás pensando ahora mismo es en hacer un break, puedes tirar por aquí.
Como todo esto empieza en Grecia, creo que en algún momento deberías ver:
Un clásico que representa muy bien el espíritu de la filosofía en sus inicios.
Deberías repasar también:
Para conocer a Agustín de Hipona, algo que está claro que no es cine de altos vuelos pero que puede ser muy útil para adentrarnos un poco en la vida del autor. Estoy hablando del próximo autor que estudiaremos:
Una curiosa producción un tanto sesgada…pero útil.
En cuanto a Tomás de Aquino, hay una película más adecuada a vuestro gusto estético, seguro. Se trata de «El Reino de los Cielos», escrita y dirigida por Ridley Scott en el 2005. En ella encontraréis contenido muy útil para comprender el contexto histórico del que surge el pensamiento de Tomás.
Y si lo que queréis es un buen documento fílmico en el que se diluciden de manera intensa y pintoresca las cuestiones relativas al debate entre la fe y la razón, no podéis dejar de ver «La Vía lactea» (1969) del gran Luis Buñuel:
Suele decirse que Guillermo de Baskerville, el personaje protagonista de la novela «El nombre de la Rosa», está inspirado en el pensamiento de Ockam. Como ya os comenté en la entrada para este autor, la película de Jean-Jacques Annaud puede servirnos muy bien para entender su pensamiento y el contexto del que surge:
«A esta clase de personas hay que explicarles lo que es la obra filosófica en toda su extensión, y cuántos trabajos y esfuerzos exige. Porque si el oyente es un verdadero filósofo, apto para estaciencia y digno de ella porque tiene una naturaleza divina, el camino que se le ha enseñado le parece maravilloso, piensa que debe emprenderlo inmediatamente y que no merece la pena vivir de otra manera»
Comenzamos con el primero de la serie de pensadores que estudiaremos a fondo a lo largo de este curso.
Hablar de Platón en particular es como hablar de la filosofía en general. De hecho, Whitehead se refería a esto mismo cuando señalaba que toda la Historia de la Filosofía no era otra cosa que notas a pie de página de los diálogos de Platón.
Estos diálogos no son simples tratados de filosofía, sino que se han convertido en obras cumbre de la literatura universal. Siempre que me preguntan por un libro por el que comenzar a leer sobre filosofía, nunca remito a nadie a ningún manual, ni siquiera a este blog, le remito a los diálogos de Platón, y en concreto, a los diálogos de juventud.
Los diálogos de Platón conservan todavía intacta una asombrosa capacidad para comprometer al lector con aquellos grandes problemas de la existencia humana. Y esto es muy curioso, teniendo en cuenta que muchos de ellos no contienen soluciones definitivas a esos problemas, ni mucho menos, sino que, al contrario, están muy lejos de esto, y muy cerca de facilitarte las herramientas necesarias para hacerte participar de forma activa en la tarea filosófica, porque en ellos la filosofía se muestra todavía en su estado más puro.
Y, sí, para aquellos que aún no han tenido el placer de leer a Platón, es completamente cierto eso de que al final, después de terminar el libro, lo que le queda a uno es una sensación de no haber aprendido nada, y de haber aprendido mucho, a la vez, solo por el mero ejercicio que supone estar dándole vueltas a las palabras, como si éstas sobrevolasen tus pensamientos, sin detenerse por un instante, sin dejarse atrapar por la estabilidad que busca la razón de manera infatigable.
Aquí os dejo un resumen de su pensamiento:
Si yo fuera vosotros, no dejaría pasar ni un minuto más sin acercarme a una de sus obras. Me resulta muy difícil escoger la primera. Normalmente te recomendarán empezar con «El banquete«, por eso yo te diré que te dirijas después a la «Apología de Sócrates«. Pero claro, tempoco podría evitar remitirte al «Fedón» (es, además, la obra de la que saldría el texto a comentar en la Evau: Fedón, 74a-83d). Y mucho menos podría parar de dar recomendaciones si no te dijera antes que te acercases a «La República«. En fin, me resulta muy complicado, así que elige tú mismo. Eso sí, tienes que tener en cuenta que donde la diversión está asegurada es en otros diálogos menos mencionados, como el «Alcibiades«.
En materia audiovisual, Internet está plagado de documentos para acompañar el estudio y lectura de Platón. Cualquier canal de youtube especializado en filosofía,debe contar con un video sobre Platón, casi de manera obligada. A mí, particularmente, me gusta mucho el trabajo de «La fonda filosófica«, y creo que merece la pena que le prestéis atención a su análisis sobre La República.
También sería recomendable que le echáseis un vistazo al siguiente documental:
Por último, os dejo un vocabulario que os vendrá muy bien tener a mano en todo momento.
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