
Aristóteles, el alumno más aventajado de Platón, abre su Metafísica diciendo:
«Todos lo hombres por naturaleza desean saber».
¡Una obviedad, sí! Pero con unas implicaciones tremendas. Para empezar, la sabiduría ya no es cosa de unos pocos, los filósofos, sino que cualquiera que haga el esfuerzo de cumplir con su propia naturaleza, está en condiciones de acercarse a la sabiduría. Todo aquel que quiera ser sabio ha de atender tanto a la teoría como a la práctica.
Junto con Platón, Aristóteles es el filósofo griego más influyente. Ambos, alumno y maestro constituyen juntos los pilares de la civilización occidental, exhortándonos a conocer el mundo, sus causas, su naturaleza, su finalidad. Hay quien dice que todos somos o aristotélicos o platónicos.
Aristóteles es más que un filósofo. Es el primero en casi todo; el primero en fundar la Lógica, el primero en observar la naturaleza, el primero en poner a la razón al servicio de la ciencia. Es el primero en escribir tratados de Ética, Astronomía, Física, Metafísica, Biología, Teología, Política, Poética, Retórica, etc. Esta nueva forma de pensar rompe con su antecesor Platón, ya que Aristóteles tiene una única preocupación, el estudio de la naturaleza desde la naturaleza, descubriendo sus causas internas, sin recurrir a mundos paralelos ni a argumentaciones míticas, intentando conocer cuales son las causas y los primeros principios que explican nuestra realidad.
Descubrió cómo pensamos, cómo partiendo de premisas simples, mediante reglas lógicas, componemos conocimientos complejos. Descubrió qué era lo más esencial en la naturaleza y qué no, cuál era su estructura, su origen y sus leyes. Para ello elaboró una Filosofía Primera, que se convierte en la madre de todas las ciencias, la que posibilita a las mismas ciencias. Catalogó todas las ciencias, y estableció los grados y límites de nuestro conocimiento. Supo encontrar herramientas racionales para poder determinar qué es lo que permanece idéntico a pesar de los cambios, ofreciéndonos un saber de lo universal y lo necesario.
Su concepción del ser humano ligada a la teoría del conocimiento culminan con el estudio de los comportamientos humanos, la Ética, y el análisis de las relaciones interpersonales en la Política.
En fin, un auténtico genio. Aristóteles es de esas pocas personalidades históricas que resulta irrepetible. Durante siglos, su forma de mirar al mundo fue el modus operandi de filósofos, teólogos, científicos, etc., es decir, que nuestro mundo es aristotélico, lo sepamos o no.
Aquí os dejo un resumen de su pensmiento. Acercaos a él sin miedo. No muerde, es difícil pero también es reconfortante. Sí, también conociendo al estagirita podrás entender muchas de las cosas que pasan a tu alrededor hoy.
Ahí va.
En cuanto las lecturas, el texto de la Evau suele salir de su Ética a Nicómaco. Es una obra muy recomendable para iniciarse en su lectura, mucho más recomendable que su Física y su Metafísica. Podéis completar su lectura echándole un ojo a su Política, y a su Acerca del alma. En resumen, esas son las obras que más nos interesan por el momento.
En materia audiovisual, hemos señalado en otro post que la película de Amenabar, Ágora (2009), se trata muy bien el espíritu cientificista que representa el pensamiento aristotélico. Lo cierto es que no ha sido un personaje que se haya prestado al tratamiento cinematográfico, de momento, aunque sí le hemos podido ver en algún título como «Alejandro» (2004), de Oliver Stone, en el que nos lo encontramos impartiendo clases sobre la Virtud al futuro emperador.
Eso sí, os dejo el capítulo sobre Aristóteles de la serie Mentira la Verdad, que es siempre muy recomendable.
También os dejo un vocabulario, esencial para tenerlo siempre a mano cuando te pongas a estudiar a este autor.
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